Por la fecha 20, Douglas Haig visitó Independiente de Chivilcoy y, tras un vergonzoso arbitraje, volvió a Pergamino con las manos vacías.
Durante los primeros minutos fue un partido parejo. Pero apenas unos instantes después, empezó la polémica.
El árbitro Diego Novelli lanzó una lluvia de tarjetas amarillas. Todas para jugadores del rojo y negro (Osinaga, Ávila y Pezzi)
La primera parte continuó con escasas llegadas al arco. Y con la penosa actuación de quien era el encargado de impartir justicia.
A los 35 minutos, le cometieron un foul a Juan Miño que Novelli "no vio". Posteriormente, Osinaga cometió una falta y vio la roja, por doble amarilla.
En el complemento, Gustavo Raggio mandó a la cancha a dos defensores para aguantar un partido que ya estaba condicionado por las acciones del juez.
A los 84 minutos, llegó el único gol del partido luego de que el réferi cobrara un penal dudoso (para no decir inexistente) que Gonzalo Gamarra se encargó de meter en el arco.
La polémica continuó. Mauricio Tévez había anotado el empate, pero nuevamente apareció Novelli, y lo anuló.
También siguieron las tarjetas rojas. Pablo Mazza, que ya se encontraba en el banco de suplentes luego de las modificaciones, también fue expulsado. Al igual que el preparador físico, Lautaro Olivera.
Pese a todo, el Milan de Pergamino sigue firme en la cima de la tabla. En la próxima fecha, será local frente a Gimnasia de Concepción del Uruguay.
Agradecimiento: Marcos Destasio.

